El vidrio que podemos ver en Europa en décadas precedentes repite formas y decoraciones de modelos venecianos o de Bohemia con un interés creciente por el empleo del color. Autores como Émile Gallé, formado en centros en que la reiteración de modelos era la tónica general, lograron revolucionar con su genio y creatividad las artes decorativas del vidrio. Para ello, Gallé abrió una senda de investigación y de recuperación de técnicas en ocasiones olvidadas que desembocó en uno de los periodos más fructíferos de la historia del vidrio. Émile Gallé, promotor e ideólogo de la Escuela de Nancy, es una figura fundamental en el desarrollo del Art Nouveau.
La popularidad que alcanzaron sus creaciones, gracias a su talento artístico y a su acertada visión para los negocios, elevaron el estatus de la pieza de vidrio a la categoría de obra artística: Gallé provocó una verdadera transformación al aplicar a sus diseños el lenguaje de su tiempo de una manera original. Usando el vidrio como un pintor, maneja los pigmentos y logra dar a su producción una capacidad expresiva inédita. El éxito comercial de los vidrios de Gallé hizo que su estilo fuese rápidamente copiado dentro y fuera de Francia. Firmas como D´Argental o los Hermanos Daum emplearon las mismas técnicas y similares modelos que hicieron famosa su producción. Los vidrios Loetz, de aspecto iridiscente con tonalidades de reflejos metálicos, fueron muy populares en torno a 1900 y reflejaron gran maestría en cuanto a técnica y diseño. Otras casas como Kralik o Pallme-König emplearon este efecto decorativo en tinteros o jarrones.
Rene Lalique es una figura destacada dentro de la historia del vidrio Art Déco. A diferencia de las obras de Gallé, en que la naturaleza se muestra tal como la percibimos, Lalique realiza en sus obras un ejercicio de abstracción tomando un elemento que estiliza y repite sistemáticamente. En la década de los 20 y 30, el efecto opalescente obtenido al añadir arsénico a la masa vítrea fue un recurso decorativo muy habitual. Aunque, el autor más famoso en este tipo de piezas de aspecto lechoso fue Lalique, Marius Ernest Sabino también explotó las posibilidades decorativas de esta técnica en multitud de figuras. La colección de vidrios del Museo Art Nouveau y Art Déco está compuesta por más de 200 piezas firmadas por los autores más representativos de la época. Jarrones, frascos de perfume, esculturas, lámparas o juegos de mesa son algunas de las maravillas que el visitante podrá admirar en la Casa Lis.