El Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis expone “Toulouse – Lautrec. Obra gráfica”
El Director del Museo Casa Lis, Pedro Pérez Castro, el Alcalde de Salamanca y Presidente del Patronato de la Fundación Manuel Ramos Andrade, Carlos García Carbayo, y el Director General de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, José Ramón González, en el acto de inauguración de la exposición en el Museo Casa Lis.
Esta muestra sobre la obra gráfica de Henri Toulouse-Lautrec invita al visitante a realizar un recorrido expositivo en la Casa Lis distribuido en varios espacios que comienzan con una serie de grabados correspondientes a su etapa como cartelista. Fue durante este período cuando Toulouse – Lautrec hizo famosos a lugares como el “Moulin Rouge” o el “Moulin de la Galette” a través de sus creaciones, al igual que a otros artistas como Jane Avril a los que retrató en sus obras. Sus carteles se convirtieron en un claro ejemplo del Art Nouveau.
Imagen de la exposición.
Toulouse – Lautrec es un pintor postimpresionista influido por las estampas japonesas “ukiyo-e”, de las que tomó la liberación del color y la línea sinuosa. También se inspiró en los impresionistas al incorporar en sus obras la inmediatez para captar cada momento. Fue de pintores como Manet, Van Gogh o Degas de quienes adoptó sus temas y especialmente de Degas, quien más influyó sobre Lautrec al interesarse ambos por los mismos motivos y haberse expuesto a idénticas influencias.
Lautrec definió su territorio: los modelos de Montmartre, las escenas de cabaret y del circo, las estampas íntimas y los retratos son su repertorio. El artista dotó a la técnica impresionista de un carácter mucho más personal. Esquematizó los paisajes que le servían de trasfondo, ya que en realidad lo que le interesaban eran los personajes. Precisamente esto es lo que se muestra en otro de los espacios fundamentales de la exposición: el dedicado al espectáculo y a cómo lo plasmó Toulouse desde un punto de vista casi fotográfico. Lautrec documentó lo transitorio, lo efímero, lo que estaba a la moda. Su lugar de observación preferido se encontraba en los primeros asientos, en el palco o junto al escenario. Así, el punto de vista que adoptaba es el que coincide con quien observa el espectáculo.
«Jane Abril”. 1893.Toulouse-Lautrec. Litografía/Porchoir. Edición 1927.
En el espacio denominado “En la intimidad” se muestran las obras dedicadas a los aspectos mundanos e íntimos que Lautrec retrató mientras vivía en un burdel parisino. La observación de Toulouse muestra aspectos de la vida cotidiana de las mujeres que vivían allí y capta y reproduce momentos de actividades cotidianas como acicalarse, bañarse, vestirse o dormir. Lautrec estaba interesado en documentar la vida de estas mujeres y retrata su forma de vida sin juzgarla.
“Au Salon”. 1894.Toulouse-Lautrec. Litografía/Porchoir. Edición 1927.
Para Toulouse el dibujo permitía inmortalizar momentos frente al paso del tiempo. Consciente de su talento caricaturista, se centró en la expresión. En el espacio dedicado al retrato, género que desarrolló a lo largo de toda su vida, se puede comprobar cómo sus retratos plasman una exageración casi expresionista mostrando la realidad de la vida. Busca un efecto vibrante de tonalidad y color y su pincelada nerviosa da testimonio de una gran vitalidad imposible de reprimir.
Por último, también se encuentra representado el gusto que el artista tenía desde joven por los caballos y la equitación, ya que los caballos y la caza eran la ocupación principal de su familia, descendientes de los condes de Toulouse.
“La Goulue au Moulin- Rouge”. 1891.Toulouse-Lautrec. Litografía/Porchoir. Edición 1927.
Esta exposición patrocinada por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León que podrá visitarse hasta enero de 2022 en el Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis de Salamanca permite conocer la trayectoria de este magnífico autor recorriendo sus principales obras.
Con gran talento y una forma natural y sin prejuicios de plasmar su visión sobre los temas que trataba, el gran artista Henri Toulouse-Lautrec fue un narrador excepcional de su época, lo que invita al espectador a sumergirse en la atmósfera que se respiraba en el París de finales del siglo XIX.
“Le Divan Japonais”. 1892.Toulouse-Lautrec. Litografía/Porchoir. Edición 1927.