El Museo Art Nouveau y Art Déco acogió la exposición ‘Salamanca, 1900’ entre el 22 de enero y el 29 de marzo de 2015. La muestra, que exhibió más de 80 piezas, proponía al visitante un viaje en el tiempo a través de fotografías de la ciudad a principios del siglo XX procedentes de la Filmoteca de Castilla y León y la familia González de la Huebra. Además, podían admirarse en ella cinco reproducciones de los autocromos coloreados de Venancio Gombau nunca expuestos antes. A ello se sumaron un telégrafo de la familia González de la Huebra, varios trajes de época y joyería de la colección del Museo Etnográfico de Castilla y León, juguetes, lámparas, audiovisuales y una escultura que la familia Lis tenía en su casa a comienzos del siglo XX, obra cedida temporalmente por el Colegio Público Villar y Macías. La exposición, la primera dedicada monográficamente a Salamanca en el Museo Art Nouveau y Art Déco, se complementó con la exhibición de otra veintena de fotografías en la Filmoteca de Castilla y León y varios coches de época en el Museo de la Automoción de Salamanca.
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Gracias a esta muestra, los visitantes descubrieron los usos y costumbres de los salmantinos en torno a 1900, época en la que Salamanca era una ciudad de grandes contrastes. Las casas-palacio de la nobleza terrateniente convivían con las casas de vecindad compartidas por varias familias en condiciones antihigiénicas. Conocida por los cronistas y viajeros como la “ciudad de la muerte”, Salamanca contaba entonces con una población de 23.000 habitantes y el 60% de las defunciones se debía a enfermedades contagiosas e infecciosas. No obstante, fue entonces cuando comenzaron a desarrollarse síntomas de modernidad: un proceso de concentración empresarial con nuevas fábricas de pan, curtidos, imprentas y talleres de carpintería y fundición; la mejora de la circulación del ferrocarril entre la ciudad, Oporto y Medina; la apertura del Puente Enrique Estevan; la renovación de la fábrica de abonos Mirat y la construcción de la Casa Lis y el Mercado Central, las dos grandes obras de Joaquín de Vargas que aportan un aire más europeo a Salamanca con la arquitectura del hierro.
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Todo ello se reflejó en la exposición ‘Salamanca, 1900’ a través de juguetes, lámparas, vestidos, autocromos e imágenes de las lavanderas en el Tormes, las turroneras en los soportales de la Plaza Mayor, la ribera de curtidores, las procesiones, el mercado central, los urinarios ubicados junto a la Plaza y otros retratos de este modo de vida. Como contraste, también se exhibieron imágenes sobre los elementos de modernidad que introdujo la Casa Lis en Salamanca y la influencia que tuvo en D. Miguel Lis la arquitectura del hierro desarrollada en Europa. Lo mismo ocurrió con otras figuras destacadas de comienzos de siglo como Inés Luna Terrero, Miguel de Unamuno y otros personajes salmantinos.
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Así el visitante pudo viajar en el tiempo hasta esa época en la que convivieron la Salamanca costumbrista y los primeros elementos de modernidad, lo que se complementó con la exhibición de otra veintena de imágenes sobre la vida cotidiana en torno a la Plaza de las Verduras y la Plaza del Mercado en la Filmoteca de Castilla y León. Además, el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca también mostró ocho vehículos de las dos primeras décadas del siglo XX entre los que se encontraban un Amilcar de 1927 relacionado con Inés Luna Terrero y un Hispano Suiza de 1925 que perteneció al obispo de Salamanca Enrique Pla y Deniel.
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[nggallery id=227] Inauguración de la exposición ‘Salamanca, 1900’ en el Museo Casa Lis.
La muestra ‘Salamanca, 1900’ recibió un total de 17.633 visitantes, lo que supuso para la Casa Lis la recaudación de 29.649 euros en concepto de venta de entradas. El 66% de los visitantes procedió del ámbito nacional y, entre ellos, destacó un 20% de visitas de salmantinos (3.477) y un 14% de madrileños (2.524), seguidos por un 3% de vascos (525) y un 2,5 % de vallisoletanos (445). Todos ellos disfrutaron más de una veintena de visitas guiadas gratuitas realizadas por miembros de la Asociación de Amigos del Museo durante los dos meses de duración de la exposición. En el caso de los visitantes de procedencia internacional, destacó la afluencia de estudiantes italianos (2.456 visitantes, el 14 % del total) y franceses (949 visitantes, un 5,38% del total), así como portugueses (334 visitantes, un 2%).
