El arte japonés supuso una fuerte influencia en los artistas del momento, su composición, su manera de plasmar la naturaleza, la luminosidad de los colores y la expresividad de los contornos estimularon a un gran número de artistas. Además, en las artes decorativas japonesas, el valor que se le concede al objeto y a su técnica fue muy en consonancia con la batalla del Arts and Crafts Movement por romper las barreras existentes entre las Bellas Artes y las Artes Decorativas, consideradas un arte inferior. Todos los centros de creación plasmaron en su producción su particular visión del arte japonés. La última década del siglo XIX vio florecer una sociedad industrializada y los artistas mostraron su rechazo proclamando una vuelta a la naturaleza. Ante el avance de la producción en masa de la máquina, se proclamó la defensa de la artesanía y de los procesos. El resultado fue uno de los periodos más fecundos de las artes decorativas.
El estudio de la zoología y la botánica gozo de una gran popularidad y las líneas fluidas de la naturaleza, insectos como libélulas y mariposas fueron plasmados en todo tipo de artículos. Un ejemplo son los vidrios generados por el taller de Emile Gallé. Esa visión del mundo que le rodea con una fuerte influencia del Japonismo es una de las mayores aportaciones estilísticas no solo al arte del vidrio, si no al desarrollo del estilo. El Art Nouveau, que logró superar los patrones del historicismo, buscaba estimular los sentidos con un erotismo contenido que se reflejó en una particular visión de la mujer a medio camino entre la realidad y la fantasía.
El estudio de la zoología y la botánica gozo de una gran popularidad y las líneas fluidas de la naturaleza, insectos como libélulas y mariposas fueron plasmados en todo tipo de artículos. Un ejemplo son los vidrios generados por el taller de Emile Gallé. Esa visión del mundo que le rodea con una fuerte influencia del Japonismo es una de las mayores aportaciones estilísticas no solo al arte del vidrio, si no al desarrollo del estilo. El Art Nouveau, que logró superar los patrones del historicismo, buscaba estimular los sentidos con un erotismo contenido que se reflejó en una particular visión de la mujer a medio camino entre la realidad y la fantasía.
Representadas como hadas o ninfas de cabelleras ondulantes, sus siluetas inocentes decoran un sinfín de artículos, pero la mujer también se plasma como una femme fatale y personajes como Salomé, Judit o Salammbò fueron protagonistas de esta época. En todos los países se incide en su carácter de nuevo, joven, libre y moderno; así en Alemania la palabra Jugend (juventud) dará nombre al estilo Jugendstil, la galería parisina de Samuel Bing, La Maison de l’Art Nouveau dará nombre a la corriente francesa o belga, mientras que en Italia se usará el término Stile Liberty. En España, el estilo se llamará Modernismo.